El exceso de temperaturas afecta sobre todo a los seres vivos. La exposición humana a temperaturas ambientales elevadas puede alterar nuestras funciones vitales y provocar problemas de salud como calambres, deshidratación, insolación, golpe de calor, etc., siendo las personas mayores, los niños muy pequeños y los enfermos crónicos los mas vulnerables.
El Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social junto con la Agencia Estatal de Meteorología y la Dirección General de Protección Civil y Emergencias, con el objetivo de reducir el impacto sobre la salud de la población a consecuencia del exceso de temperatura, pusieron en funcionamiento en 2004 el Plan Nacional de Actuaciones Preventivas de los Efectos del Exceso de Temperaturas sobre la Salud que, con carácter general, está activo entre el 1 de junio y el 15 de septiembre.
Durante la campaña de verano, el Ministerio de Sanidad emite diariamente un mapa con los niveles de riesgo para la salud por exceso de temperaturas.
Se han establecido cuatro niveles de riesgo, dependiendo del número de días en los que está previsto se superen los valores umbrales de temperaturas máximas y mínimas fijadas para las 52 capitales de provincia: verde (ausencia de riesgo), amarillo (riesgo bajo), naranja (riesgo medio) y rojo (riesgo alto).